LAS VIRGENES SUICIDAS

“Las chicas son mujeres disfrazadas que entienden el amor y la muerte”




Primera película dirigida por Sofia Coppola , basada en la novela homónima de Jeffrey Eugenides.

5 hermosas hermanas encadenadas a prohibiciones por parte de sus padres, americanos fanáticos religiosos, se ven obligadas a prescindir de todos los beneficios que aporta la adolescencia, la diversión, los actos imprudentes justificados y cualquier tipo de expresión artística que vaya mas haya de lo religiosamente aceptado.


La historia comienza con el intento de suicidio de la hermana pequeña Cecilia (Hanna Hall). Pocos días después y con el propósito de animar a la pequeña, los retrógrados padres deciden dar una fiesta invitando a los vecinos , 5 chicos, enamorados de la aparentemente dulce y pulcra belleza de las hermanas Lisbon.
Cecilia se disculpa y acto seguido se dirige a su habitación donde consigue poner fin a su vida arrojándose desde la ventana de su cuarto.

A partir de este dramático suceso, las pocas libertades de las que disponían las chicas, se ven coartadas por el exagerado afán de protección de los padres, que cada vez se muestran mas obsesionados con el “bienestar” de las chicas.


En el personaje de Lux (Kirsten Dunst), la hermana “promiscua”, es donde mejor se aprecia el anhelo de excarcelación, la necesidad de madurar y compartir, de confiar y experimentar y la frustración que sienten al ser incapaces de despojarse de la psicosis colectiva que reina en su hogar.

Soffia Coppola refleja muy bien los desmesurados miedos de muchos fanáticos ultra-religiosos, donde las erróneas concepciones del pecado y lo “inmoral”, son fuente de miedos infundados y de una profunda infelicidad que hunde a las chicas en un abismal agujero del que no conseguirán salir. Las personas cuyo ego no prevalece sobre la influencia exterior, son presas fáciles del suicido. La práctica de un fundamentalísmo religioso excesivo (aunque y desde mi punto de vista, hay muy pocas prácticas religiosas, por no decir ninguna, que no sea excesivas o perjudiciales para el intelecto), influye de una forma nociva en la vida de estas maravillosas hermanas.

Emociona la seductora inocencia de estas jovenes suicidas y la encandiladora belleza que desprende, en todas sus escenas, este elegante film, que, de una forma sutil reprueba la sociedad en la que vivimos.